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Soluciones Integrales en Temperatura

Termopar

Desde que el hombre primitivo aprendió a cuantificar y crear tecnologías, ya se conocía la medición. Por ello podría decirse que nos definimos como una especie que mide y que a través de la medición hemos conseguido evolucionar y perfeccionar nuestras habilidades, nuestro modo de desplegarnos con el entorno. Pese a ser una actividad muy subestimada, comprendida como un simple utensilio, en realidad contamos hoy en día con ciudades, infraestructuras, aparatos domésticos, etcétera, gracias a la medición que hacemos de diversos objetos para determinar sus magnitudes y poder interactuar con ellos.

Es con la medición como accedemos al mundo natural para comprender sus variaciones, la diversidad de sus fenómenos, sus causas y efectos. Por ello tienen mucha importancia los parámetros y los utensilios que ocupamos para efectuar mediciones. Cada caso, según su naturaleza, requiere de tratamientos e instrumentos específicos. No es de extrañar por ello, que en la actualidad exista una gama muy amplia de herramientas usadas con la finalidad de medir y establecer magnitudes precisas, para poder ejecutar así una acción según las necesidades del hombre. En esta ocasión hablaremos sobre qué es un termopar, cuya función no se reduce únicamente a establecer medidas, sino a fungir como sensor de temperatura. Sin duda, esta entrada resultará de utilidad al lector que requiera la ayuda de un objeto con las mismas funciones.

Podría decirse que no existe ningún objeto accesible al hombre que no pueda ser sometido a mediciones. Esta práctica se remonta desde los tiempos primitivos, pero no fue sino hasta la aparición de las civilizaciones que se crearon métodos sofisticados y bastante útiles para medir. Por ejemplo, tenemos el caso de los egipcios, los griegos, los romanos, los fenicios, los sumerios, los judíos, etcétera. Todo pueblo civilizado cuenta con el respaldo de instrumentos y parámetros de medición, los cuales son de suma utilidad para facilitar la vida de los hombres y mujeres.

Existe otra manera de incidir en la naturaleza, la cual consiste en transformar determinados flujos energéticos. Esto tiene su fundamento en la famosa frase que James Joule pronunció en 1847, la cual decía que la energía no se puede crear ni aniquilar, sino que tiene que ser cambiante, transformable, sin ninguna ganancia ni pérdida. Un ejemplo claro de aparatos que operan según el principio de Joule son los transductores. Estos dispositivos son empleados por el sector industrial, debido a su capacidad de transformar una energía específica de entrada, en otra de salida distinta. Algunas industrias que se benefician con estos instrumentos son la médica y la agrícola. Varias personas los subestiman porque transforman energía en valores muy pequeños, olvidando que gracias a ellos se obtienen datos sobre el mundo físico y químico y se generan señales eléctricas.

Ahora bien, ¿por qué hemos hablado en un mismo artículo sobre la medición y la transformación de la energía por transductores? Porque es información introductoria que nos ayudará a comprender mejor lo que es un termopar. En efecto, se trata de una tecnología que resume en sí tanto la medición de valores, como la transformación de flujos de energía. Quizás con esto no quede del todo claro el concepto, por ello es menester responder a la pregunta ¿qué características definen a los termopares?, pues, aunque algunos seguramente ya los conocen, otros apenas están descubriendo las funciones que poseen.

Se trata de sensores utilizados con la finalidad de medir la temperatura imperante en un ambiente. Están compuestos por dos filamentos de metal, cada uno confeccionado con diferentes materiales. Esta diferencia de las fibras metálicas es de suma importancia pues de otra manera no podrían funcionar. Como quedó señalado, se usan para medir, pero también son capaces de transformar la energía térmica en eléctrica. Otra forma de entender a los termopares es a través de la definición que dimos de los transductores. Así es, son un tipo de transductor que con los filamentos metálicos de distinta composición, produce una diferencia de potencial generada por la variación de temperatura entre dos extremos. Uno de estos extremos es denominado "junta caliente", mientras que el otro es conocido con el nombre de junta fría.

Operan con el conocido efecto Seebeck, el cual se refiere a la conversión de la diferencia de temperatura a expresiones eléctricas y viceversa.  Esto se lleva a cabo en el momento en que la junta caliente es calentada, derivando así una mínima cantidad de energía eléctrica proporcional al valor de temperatura. Cabe mencionar, para mayor precisión, que la medición que realiza un termopar no es relativa a la temperatura de un medio, sino que se refiere a la temperatura latente entre las juntas caliente y fría. 

En la actualidad, existe una extensa diversidad de termopares según las necesidades específicas de cada cliente.  Pueden encontrarse variados tipos, cada uno nombrado con vocales y consonantes. Por ejemplo, están el tipo K, el tipo E, T, N, J, S, R y T. Las diferencias de cada uno, debido a la extensión del texto, no pueden ser dadas aquí, pero usted mismo puede buscarlas en nuestra página, donde encontrará mucha información. También puede revisar, en específico, las entradas de nuestro blog JM Industrial, donde hallará datos interesantes que le ayudarán a esclarecer sus dudas. Cada tipo de sensor es capaz de soportar diversas magnitudes térmicas, asimismo son muy económicos, adaptables en cualquier lugar y fáciles de instalar.

Si usted necesita de la ayuda de un termopar en su industria, no dude en contactarnos. En JM Industrial somos por mucho uno de los mejores fabricantes de termopares en el país.  Esperamos que esta entrada haya sido de utilidad, te invitamos a que acudas a nuestras instalaciones o nos contactes por medio de nuestro portal de internet. ¡Hasta la próxima emisión de JM Industrial!


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