Es por eso que en esta entrada queremos hacer un breve recorrido por la historia de los sensores inteligentes, los cuales usan transductores de temperatura para poder funcionar óptimamente y transformar la señal del valor óhmico de los sensores térmicos en una señal de corriente. Comenzamos así con la historia de los sensores inteligentes:
La evolución de estos dispositivos ha sido un tema verdaderamente apasionante desde los primeros días en que se creó el sensor inteligente más sencillo y precursor de los complejos y maravillosos que hoy conocemos, desarrollado por el ingeniero Honeywell a finales de la década de 1960, hasta que llegaron los más complejos y completos, de alta tecnología y automatización, con los que contamos en la actualidad.
El avance ha sido increíble, pues los sensores que se ocupan actualmente cuentan ya con características importantes que facilitan todos los procesos de medición térmica a través de los transductores térmicos con los que cuentan, que también han tenido un proceso evolutivo importante que va de la mano con el de los sensores inteligentes.
Los sensores inteligentes actuales ya procesan datos muy complejos: identifican y comprueban con una exactitud cualquier dato y factor de temperatura que se necesite conocer. El desarrollo de esta tecnología y sus componentes ha permitido aumentar significativamente la eficiencia y calidad de los procesos de investigación científica, médica y también ha tenido gran trascendencia en los procesos industriales.
La actualización tecnológica de los sensores inteligentes ha tenido muchos motivos a lo largo de la historia. En un principio el desarrollo de éstos se centró en el procesamiento de las señales de la temperatura para poder compensarla debidamente y asegurar que los procesos se llevarán a cabo de la manera correcta y con la temperatura precisa que requería el producto o la sustancia que se estuviera manufacturando o investigando.
Al obtener los resultados esperados, los esfuerzos en la mejoría de estos sensores se centraron en la optimización de los sistemas y de los transductores de temperatura. Estos sistemas digitales eran derivados de una señal analógica y pasaban a una digital, que tenía la meta de saber a ciencia cierta en qué punto se encontraba el sensor.
Los últimos intentos por mejorar los sensores y sus componentes se han enfocado en desarrollar un prototipo más simple que permita reducir los costos y el material, sin bajar la calidad ni la exactitud del resultado de todas las mediciones que se necesitan en las distintas industrias y ramos de investigación. El camino en la mejora de los sensores ha enfatizado desde ese momento la necesidad de un mejor diseño y del uso de materiales de alta calidad que permitan una mejor medición, facilitando la recopilación de datos y sumando tecnología de punta para obtener una mayor exactitud en los procesos y en los datos arrojados por estos aparatos.
Se ha logrado una mayor sensibilización de los componentes que ha permitido que los datos recolectados sean precisos, además de que se toleran mayores temperaturas, las cuales pueden llegar a ser realmente altas, beneficiando a la industria metalúrgica. En el otro extremo, también llegan a soportar hasta los -200°C, temperatura ideal para la investigación científica, médica o en los procesos alimenticios.
Todos estos avances han permitido que los procesos de manufactura, investigación y logística de distribución del producto se den con el mejor monitoreo de temperatura que a la vez posibilite que el producto pueda ser trasladado a su destino sin sufrir un cambio que perjudique su calidad y composición. Otro de los avances más significativos en la tecnología de los sensores inteligentes y los transductores de temperatura es su compatibilidad, pues antes no existía una norma que exigiera que estos componentes fueran compatibles en todos los modelos, por lo que los procesos se complicaban en buena medida.
Fue hasta que se emitió la norma IEE-P1451 cuando se logró una completa compatibilidad entre los sensores, transductores y el bus digital completo que forman el circuito de medición.
Esta norma indica que se debían generalizar los conceptos de sensor inteligente y transductores de temperatura inteligentes, y que debía estar montados en una red común, con toda la información necesaria que indicara exactamente, y en todo momento, cuál es el sensor y cuál el actuador, así como las propiedades de cada uno, tales como la corrección de temperatura, la sensibilidad, la inteligencia y la autocorrección, autocalibración y autoidentificación.
El futuro que se está trazando para esta tecnología es la absoluta virtualización de los procesos de medición y de transmisión de datos. Se espera llegar a una automatización completa para que solo se instalen y el procesador se encargue de los procesos, avisos y autocontroles en caso de una variación abrupta en la temperatura. No estamos lejos de conseguir estos avances que seguramente facilitarán en gran medida todas las actividades relacionadas con el monitoreo de temperatura que necesitan las distintas industrias.
Esperamos que esta información haya sido útil y de tu agrado. No olvides que si deseas adquirir los mejores sensores inteligentes y los transductores de temperatura más modernos y de calidad, puedes acercarte a JM industrial; tenemos el mejor catálogo del mercado y seguramente encontrarás el equipo que más se adapte a las necesidades de tu industria.