La medición es una actividad muy subestimada y sin embargo, es gracias a ella que hoy en día estamos rodeados de una multitud de aparatos y equipos de todo tipo, como los eléctricos, térmicos, hidráulicos, etcétera. Es por ello, que resulta necesario dignificar a esta actividad tan importante en nuestra vida cotidiana, sin la cual, sería imposible pensar a la modernidad. Medir es una práctica que puede ser sencilla o difícil según el medio utilizado para su realización y el tipo de objeto que se desee cuantificar según sus dimensiones.
Cada caso requiere un tratamiento específico pues resulta inútil intentar por ejemplo, medir la temperatura de un líquido con una regla o establecer la longitud de un perímetro con una báscula. Gracias al ingenio humano, se han desarrollado durante la evolución tecnológica del hombre, diversos aparatos utilizados para determinar las medidas de diferentes materiales y condiciones, al grado de contar en la actualidad con una amplia gama de parámetros para medir básicamente cualquier cosa.
El hombre podría ser definido como un ser racional, y dentro de esta racionalidad destacan los métodos de control y medición del mundo externo. Los fenómenos de la naturaleza son comprendidos de diversas maneras y si el hombre no hubiese intervenido en ellos por medio de diversas técnicas, sería imposible dominarlos y aprovecharlos para nuestro beneficio. Ninguna especie en el mundo ha conseguido tal proeza, por tal motivo, somos muy singulares entre todos los seres vivientes del planeta tierra.
Desde tiempos muy antiguos, han existido hombres que destacan por inventar modos de incidir en los fenómenos físicos de manera efectiva. Por ejemplo entre los egipcios fueron inventados diversos sistemas de medición, como el setjat (instrumento basado en el juego de sombras y luces solares para medir el tiempo) y el nilómetro (usado para medir el nivel del agua del río Nilo). Los romanos fueron unos maestros en este tipo de aparatos, de ello sabemos gracias a diversos testimonios y registros históricos. Basta con mencionar a la balanza y a la decempeda usada por los topógrafos de la antigua civilización itálica. En los últimos 300 años se han desarrollado la mayoría de los parámetros de medición que dominan en nuestros días, por ello debemos mucho a aquellas grandes mentes innovadoras que han facilitado nuestras vidas con sus invenciones.
Los transformadores de energía son otro tipo de tecnologías por medio de los cuales, la humanidad ha accedido a la naturaleza para entender sus causas y su constitución, asimismo, para controlarla y utilizarla para su beneficio. Estos se rigen indudablemente por el famoso principio de conservación de la energía que fue enunciado en 1847 por el físico James Joule. Este afirma que la energía no se crea ni se aniquila, sino que sólo cambia y se transforma. Entre estos equipos encargados de convertir una energía en otra destacan los transductores. ¿En qué consisten tales aparatos? Son considerados como transductores aquellos dispositivos que poseen la capacidad de convertir una magnitud energética de entrada en otra distinta de salida. Sin embargo, estos traducen energía en valores pequeños en comparación con otros sistemas, pero no por ello reduce su eficacia pues pueden cumplir otras funciones. Se trata de un elemento usado con recurrencia en el sector industrial, en las técnicas médicas y de agricultura, etcétera, con la finalidad de obtener datos relativos al mundo físico y/o químico y así poder generar señales de naturaleza eléctrica.
Si te contáramos que existen tecnologías en la que se reúnen estos dos aspectos tratados en los párrafos anteriores, a saber, la medición y transformación de los fenómenos naturales, ¿nos creerías? ¡Créenos porque en realidad existen! Un ejemplo claro de ellos son los termopares. Ahora bien, seguro muchos ya conocen sus características y funciones, sin embargo, resulta necesario explicarlos a detalle para aquellos que no tienen conocimiento de estos.
Los termopares son sensores usados para determinar y medir la temperatura de un medio y se componen de dos metales, cada uno elaborado con distintos materiales. Sus funciones no se reducen sólo a la pura medición, sino que también consiguen transformar energía de naturaleza térmica en eléctrica. Podrían ser también definidos como transductores que a través de la unión de dos metales de distinta composición producen una diferencia de potencial derivada de la diferencia de temperatura entre uno extremo llamado “punto caliente o junta caliente” y otro, el “punto frío o junta fría”.
Cuando la junta encargada de realizar mediciones es calentada, genera una pequeña cantidad de potencial eléctrico proporcional a la temperatura del medio. A esto se le llama efecto Seebeck (transformación de la diferencia de temperatura a manifestaciones eléctricas o viceversa).
Cabe mencionar que los termopares no miden la cantidad absoluta de la temperatura predominante en una ambiente sino la temperatura entre las juntas frías y calientes. La junta fría es remplazada por un circuito tipo eléctrico integrado a los instrumentos donde son conectados estos dispositivos. Son empleados con frecuencia por las industrias para calcular la temperatura de un área, también son usados en aplicaciones relativas a la calefacción por medio de gas.
Existen diversos tipos de estos sensores, capaces de medir y soportar diversos grados de temperaturas, además son adaptables a cualquier sitio, económicos y fáciles de instalar. En JM Soluciones Integrales en Temperatura, contamos con termopares J, K, T, E, R, S y B de la más alta calidad. Para más información, no dude en visitarnos en nuestro establecimiento o comunicarse con nosotros por medio de nuestra página web, le aseguramos que será atendido con cordialidad y será asesorado sobre cualquier detalle relativo a estos dispositivos. Somos sin lugar a dudas, una de las mejores opciones en el país.